El proyecto de las oficinas de Eurofred en Madrid fue una clara apuesta de la marca por la modernización y la funcionalidad como concepto para sus nuevas oficinas, pero a la vez, debía servir como laboratorio de pruebas para su verdadero cambio de imagen y de cultura laboral.
Con un entorno como el edificio Charmex en Getafe y un proyecto abierto a posibilidades y a un estudio profundo de las implantaciones, el resultado final es una combinación de armonía y confortabilidad, que nos ha dado un punto de partida muy sólido para la realización de la nueva oficina de Lisboa, y para los proyectos de futuros espacios.